viernes, 29 de agosto de 2008

Artículo especial entrada 100 "Messi y el Kun lideres de la Argentina Campeona"


Las jóvenes estrellas de Barcelona y Atlético lideraron el combinado albiceleste hacia el oro olímpico en Pekín, ante un público chino entregado que llenó ‘el Nido’. El fútbol también fue protagonista en los Juegos del 2008.

Por Rogelio Rengel Ros, enviado especial en China



El fútbol es un gigante que cada día me sorprende más por su capacidad de devorar todo lo que le rodea. Lo he vivido en directo en China. Atletismo, natación, gimnasia son los deportes reyes de unos Juegos Olímpicos, pero el fútbol ha despertado grandes pasiones. La final fue un ejemplo. Doce del mediodía, 34 grados de temperatura, con una humedad del 32%. El Nido era una sauna. Tan sofocante era el calor, que el árbitro detuvo dos veces el partido para que los jugadores se refrescaran. “Agua, por favor, nos estamos ahogando”, imploraba Messi. Es inhumano, según palabras de Maradona que estaba en la zona VIP. Pues bien, este abrasador entorno no asustó ni aquellos a los que ya les gustaba el fútbol ni a los que lo han descubierto ahora : 89.101 espectadores en el estadio. Tremendo.



Tanto la FIFA como el CIO viven en una contradicción respecto al fútbol. Blatter ha vivido en China la fuerza pujante de este deporte en unos Juegos. Pero debe seguir poniendo barreras: sólo tres mayores de veintitrés años. Sin estas limitaciones, la magia de unos Juegos con todas las estrellas del fútbol, engulliría el negocio de las Copas del Mundo. El CIO tiene en el fútbol un filón para público y patrocinadores, pero se impone a las limitaciones de la FIFA. Si algún día los mejores futbolistas acuden a unos Juegos, el fútbol acabará devorando a los otros deportes. Y sólo un dato para comprobarlo: la reventa del Brasil-Argentina superaba en precio a la final de los 100 metros.



Argentina sobrevive al infierno

La final tuvo la pasión de todas las finales. Intensidad, lucha, sentido práctico. Casi nada de espectáculo. En aquel infierno no era posible hacer más. Y acabó como acaban muchas finales, con una victoria por la mínima. Pero fue un gol que debió valer por más. Pase vertical, fantástico, de Messi que Di María, una de las grandes sensaciones del torneo, coronó con una sublime vaselina por encima del portero. Valía la pena soportar aquel bochorno de lo más húmedo para asistir a aquella obra de arte.



Luego, la fiesta. La apoteosis. Maradona en el césped, repartiendo abrazos, como el gran padre de esta selección. Los espectadores entregados al festejo, saboreando su magia. Sólo una sonrisa resignada, la de Ronaldinho cuando recogió la medalla de bronce. Mientras, Pelé observándolo desde el palco. Y dos cracks abrazados, dos pibes de oro: el ‘Kun’ Agüero y Messi. Dos de ‘nuestro’ campeonato. Porque algo nos toca. Además de ellos fueron campeones Zabaleta (Espanyol), Garay (Racing), Gago (Real Madrid), Banega (Valencia), Acosta y Fazio (Sevilla) y Ustari (Getafe). En China no habrán estado todas las primeras espadas, pero alguno ha comenzado a ser una estrella. Apunten el nombre de Di María, fue el orfebre que marcó un gol dorado.







EL APARADOR CHINO

Camuflado por las polémicas entre los clubs y la FIFA,

los oros de Phelps y las exhibiciones de Bolt, el torneo olímpico ha dejado destellos de clase en nombres que seguro nos resultarán mucho más familiares a partir de ahora. Las buenas noticias de Pekín nos las traen estos jóvenes y, sobre todo, la prolífica cantera argentina.





HERNANES

(BRASIL)

Pivote defensivo dinámico y con una pasmosa habilidad para utilizar las dos piernas, ha sido de las pocas noticias brasileñas. Con 23 años ha madurado de forma paulatina y no se asentó en el Sao Paulo hasta 2007. Recuerda al pérfil de Xabi Alonso, sobre todo por su intimidador disparo de larga distancia. Su gol en el debut olímpico ante Bélgica, con recorte y zurdazo a la escuadra, una delicia.



OBINNA

(NIGERIA)

Este delantero (21 años) siguió la historia de muchos de los talentos del continente negro. Despuntó muy joven en un Mundial juvenil y el Chievo se lo trajo a Europa. Su llegada a Italia fue impactante y rápido encontró el camino del gol gracias a su velocidad y su remarcable visión de juego. Con el descenso a Serie B de los de Verona su progresión se frenó, pero durante estos JJ.OO. ha sido el corazón de Nigeria y ha vuelto a recordarle al mundo su calidad.



DEMBÉLÉ

(BÉLGICA)

Hijo de malí y belga, a sus 21 años ha dado el salto definitivo hacia la popularidad gracias a su doblete en cuartos de final contra Italia. Los aficionados belgas y los del AZ Alkmaar hace algún tiempo más que lo conocen, ya que Moussa es titular tanto en club como en selección desde hace dos años. Talento precoz, explota su poderío físico como segundo delantero.



DI MARIA (ARGENTINA)

‘Angelito’ se ha hecho mayor en estos JJ.OO. Volante zurdo de gran recorrido, con una apreciable técnica individual y peligrosa llegada ha despuntado por encima incluso de los Messi y Agüero, como cuando salvó los muebles para Argentina durante los cuartos de final con su gol ante Holanda. A este ritmo, durará poco en Lisboa.

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